La tierra, aire y agua. Estos sencillos elementos y las bombas de calor son suficientes para calentar los hogares, contaminar menos, ahorrar dinero y romper el vínculo de la dependencia del petróleo y por ende cuidar el planeta.
Bombas de calor y geotermia ¿Cómo funcionan?
Las bombas de calor tienen un bajo impacto ambiental. Aprovechan las diferencias de temperatura existentes en el aire, el agua y la tierra, consiguiendo multiplicar el calor a través de un compresor. La energía geotérmica, que procede principalmente de la radiactividad natural de las rocas de la corteza terrestre, se produce captando el calor del subsuelo y llevándolo a la superficie.
Por debajo de los 10 metros de profundidad, la temperatura del subsuelo se mantiene constante incluso en invierno gracias al flujo de calor de la profundidad. Por ello, la energía geotérmica está disponible permanentemente durante todo el año.
¿Cuáles son las ventajas de la energía geotérmica?
Un sistema geotérmico ahorra hasta un 80% de los costes de funcionamiento en comparación con un sistema tradicional La energía geotérmica también ofrece estas ventajas características y únicas:
- Te hace independiente del precio del petróleo y del gas.
- Es respetuoso con el medio ambiente desde el punto de vista de la contaminación, ya que no emite CO2.
- Es ecológico desde el punto de vista del impacto ambiental, ya que no hay instalaciones visibles en el exterior.
- No requiere mantenimiento
- La instalación es muy silenciosa
- No hay peligro de incendio ni de emisión de gases porque no se trata de ningún tipo de combustible (gas, petróleo o derivados)
- Proporciona calefacción, agua caliente y refrigeración las 24 horas del día, los 365 días del año
Tipos de Sistemas de geotermia
Sistemas con sondas geotérmicas verticales
Se trata de una solución que aprovecha el calor presente en las profundidades del suelo, que hasta los 100-130 metros tiene temperaturas bajas de 12-17ºC. Se perfora un agujero (de unos 10-15 cm de diámetro) en el suelo mediante una máquina perforadora y se introduce una sonda geotérmica, mediante la circulación del fluido termovector en profundidad, el calor se absorbe y se intercambia en la superficie dentro de la bomba de calor.
Sistemas con sondas geotérmicas horizontales
Además de aprovechar el calor del suelo, esta tecnología se ve afectada por la radiación solar acumulada en las capas superficiales del terreno. Los colectores horizontales son, al igual que las sondas verticales, intercambiadores de material plástico, enterrados horizontalmente a una profundidad de unos 1-2 metros.
Una solución de agua y anticongelante circula por el interior de los colectores en un circuito cerrado, absorbiendo el calor del suelo y transfiriéndolo a la bomba de calor geotérmica. La instalación de colectores horizontales requiere grandes superficies, que según el caso corresponden a dos o tres veces la superficie interna a calentar/enfriar.
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